En el mundo de la construcción, el hormigón es uno de los materiales más utilizados debido a su resistencia, versatilidad y larga vida útil. Su aplicación va desde estructuras de gran envergadura como puentes y rascacielos hasta elementos más simples pero fundamentales como las soleras de hormigón. Estas soleras son una capa de hormigón extendida sobre el suelo para proporcionar una base firme y nivelada, que puede actuar como pavimento definitivo o como soporte para otros revestimientos. Una técnica que se usa en una gran variedad de proyectos, desde suelos industriales hasta aceras, patios, garajes y cimentaciones ligeras.
Sin embargo, a pesar de su aparente solidez, las soleras de hormigón pueden presentar fisuras con el tiempo, lo que deja entrever la necesidad de un mantenimiento adecuado y una correcta ejecución. Dichas grietas pueden aparecer por diversas razones, como la retracción del material, la falta de juntas de dilatación o el asentamiento del terreno, entre otras. Además, no todas las soleras son iguales, ya que existen distintos tipos según el refuerzo utilizado y el acabado deseado.
Asimismo, es importante no confundir la solera de hormigón con una losa de hormigón, ya que esta última es un elemento estructural de mayor espesor y armado que soporta cargas importantes y forma parte de la cimentación de edificios, puentes o grandes infraestructuras.

Tipos de soleras de hormigón
Dependiendo del uso y las características del proyecto, existen distintos tipos de soleras de hormigón:
• Solera de hormigón simple:
Es la más básica y se utiliza en superficies que no soportarán grandes cargas.
• Solera armada con mallazo:
Incluye una malla de acero para mejorar la resistencia a la tracción y evitar fisuras.
• Solera de hormigón reforzada con fibras:
Se incorporan fibras sintéticas o metálicas en la mezcla para mejorar la resistencia mecánica y reducir la aparición de fisuras.
• Solera de hormigón flotante:
Se instala sobre una capa de aislamiento térmico o una membrana antihumedad. Es común en viviendas con suelo radiante.
• Solera de hormigón pulido:
Se trata de una solera que se somete a un proceso de pulido para obtener un acabado brillante y decorativo. Ideal para interiores y espacios comerciales.
¿Por qué se agrieta una solera de hormigón?
Las fisuras y grietas en una solera de hormigón pueden deberse a diversos factores, entre los que destacan:
• Retracción del hormigón:
Durante el fraguado, el hormigón pierde humedad, lo que provoca retracciones y tensiones internas que pueden generar grietas si no se han previsto juntas de dilatación adecuadas.
• Malas condiciones del terreno:
Un suelo mal compactado o con problemas de humedad puede moverse y afectar la estabilidad de la solera.
• Carga excesiva:
Si la solera recibe cargas superiores a las previstas, pueden aparecer fisuras o roturas prematuras.
• Falta de refuerzo adecuado:
Algunas soleras requieren mallazo metálico o fibras sintéticas para reducir el riesgo de fisuras.
• Errores en la ejecución:
Un mal curado, una dosificación inadecuada de los materiales o una colocación deficiente pueden comprometer la durabilidad de la solera.

Cuándo se usa una solera de hormigón
Las soleras de hormigón se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones donde se necesita una superficie dura y nivelada, pero sin exigir una capacidad estructural significativa. Algunos de los usos más comunes incluyen:
• Pavimentos exteriores:
Se emplea en patios, aceras, zonas peatonales y aparcamientos para proporcionar una base duradera y resistente al desgaste.
• Suelos industriales y comerciales:
Muchas naves industriales, almacenes y talleres utilizan soleras para soportar el tráfico de vehículos ligeros y maquinaria.
• Bases para edificaciones ligeras:
En algunos casos, se usa como base para casas prefabricadas, casetas de jardín o garajes desmontables.
• Superficies deportivas:
Canchas de tenis, baloncesto o pistas polideportivas suelen construirse sobre una solera de hormigón.
• Revestimientos y acabados:
Sirve como base para otros materiales de pavimentación, como baldosas, resinas epoxi o solados continuos.
En definitiva, la solera de hormigón es un elemento clave en la construcción cuando se necesita una base resistente y nivelada sin requerimientos estructurales complejos. Su correcta ejecución es fundamental para evitar problemas de fisuración y garantizar su durabilidad. Elegir el tipo adecuado de solera según el uso previsto y aplicar buenas prácticas en su construcción asegurará un resultado óptimo y de larga vida útil.