Cuando hablamos de edificios residenciales nos referimos a todos los tipos de edificios que se construyen con el fin de que vivan personas.
De hecho, la norma que establece el Ministerio de transporte, movilidad y agenda urbana para determinar el tipo de edificio residencial, dice que es aquel que está destinado principalmente, al menos en un 50% de su
superficie útil, a que sea habitado por personas.
Estos edificios pueden ser de 4 tipos:
Se construyen para albergar más de una vivienda, destinada a residencia familiar, donde existen una serie de servicios comunes: portería, escaleras, ascensor y en algunos casos jardín, piscina y otros servicios.
En el que en cada parcela solo existe una vivienda y el tipo edificatorio es abierto a 4 fachadas. Este tipo de edificio también es conocido habitualmente como vivienda unifamiliar, y en ocasiones incorpora piscina exterior.
Es una agrupación de viviendas unifamiliares repetidas y por lo general el tipo edificatorio es abierto a 2 fachadas (jardín delantero y jardín trasero). Suelen disponer de zonas con servicios comunes.
Es una agrupación de dos viviendas simétricas y el tipo edificatorio es abierto a 3 fachadas. Suelen disponer de jardín (o patio) privado, que conecta la parte delantera y trasera, rodeando por un pasillo lateral.
La principal problemática que pueden detectarse en este tipo de edificios es:
Las grietas en paredes o muros del edificio son debidas, fundamentalmente, a que se ha producido un cambio en las condiciones del terreno donde apoya el edificio.
Las grietas que aparecen al principio son pequeñas y estrechas y pueden tardar tiempo en ir cambiando e incluso, hay veces, que creemos que las arreglamos al taparlas con yeso o pintura, pero vuelven a salir.
Cuando las grietas empiezan a crecer, tanto en espesor como en longitud es cuando se pueden convertir en peligrosas y reflejan que hay un verdadero problema en el terreno sobre el que está la vivienda.
Los edificios de viviendas no suelen estar afectados por muchas patologías, ya que para la construcción del edificio se llevan a cabo estudios más completos del terreno, y se toman precauciones para que la cimentación sea estable y duradera en el tiempo. Las más comunes son las de lavado del terreno.
Los otros tres tipos de edificios son parecidos y las patologías que pueden sufrir son:
Pero hasta que un experto no evalué el terreno no es posible determinar la patología exacta que le afecta.
Las principales soluciones que ofrece GeoNovatek para solucionar los problemas derivados de las diferentes patologías que pueden afectar a un edificio residencial son:
Consiste en compactar el terreno, reforzando el bulbo de tensiones donde descansa el edificio, para generar la estabilidad que necesita y evitar nuevos asientos. Para ello, se utiliza la inyección de resina expansiva HDR, de alta resistencia a la compresión, que consigue la consolidación y aumento de la capacidad portante del terreno bajo los cimientos.
Consiste en reforzar los cimientos del edificio para evitar de que se siga hundiendo en el terreno. Se utiliza para ello, la hinca a presión de micropilotes MP/60, para transmitir a estratos más profundos y resistentes el peso del edificio y conseguir el recalce completo de la cimentación.
Combina las propiedades de la consolidación del terreno, de la resina expansiva HDR, junto con el recalce de la cimentación, producido por la capacidad portante de los micropilotes MP/60, consiguiendo la consolidación e incremento de la capacidad portante del terreno.
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GEONOVATEK es especialista en el recalce de cimentaciones. Parte del grupo NOVATEK, líder en Europa en su sector
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