HUNDIMIENTO DEL TERRENO EN UN EDIFICIO PÚBLICO

Los edificios públicos, como escuelas, hospitales y oficinas gubernamentales, entre otros, son fundamentales en el día a día de los ciudadanos. Estos espacios suelen prestar servicios esenciales, por lo que a diario soportan un gran tráfico de personas. Su integridad estructural es, por lo tanto, de vital importancia. Un edificio público que presenta problemas de este tipo puede afectar a mucha gente, desde la interrupción de servicios básicos hasta la generación de altos costos de reparación y, en el peor de los casos, poner en riesgo la vida de sus ocupantes.

En este sentido, uno de los problemas más críticos y comunes que enfrenta un edificio público es el hundimiento del terreno sobre el que se emplaza, un fenómeno que puede comprometer seriamente su estabilidad. El hundimiento del terreno, que a menudo se origina por problemas de cimentación, puede ser causado por diversos factores. La identificación y corrección temprana de estos problemas es fundamental para asegurar la longevidad y seguridad de este tipo de edificaciones.

¿Qué causa el hundimiento del terreno en un edificio público?

Como se menciona anteriormente, el hundimiento del suelo en un edificio público suele estar relacionado con problemas de cimentación, que son el resultado de una serie de factores geotécnicos y de construcción. Las causas más comunes para que se produzca este hecho son:

• Evaluación inadecuada del suelo: 

Un estudio geotécnico deficiente o inexistente puede llevar a una mala comprensión de las condiciones del suelo. El resultado de esto es una cimentación que no está diseñada para manejar las propiedades del terreno, como su capacidad de carga y la susceptibilidad a la expansión y contracción.

• Diseño de cimentación deficiente: 

Los fallos en el diseño de la cimentación, inadecuada en cuanto a geometría, realizada a una profundidad incorrecta o debido a una mala ejecución de la cimentación proyectada, puede provocar asentamientos desiguales. 

• Construcción defectuosa: 

Errores en la construcción, como una mala planificación del drenaje o el uso de materiales de baja calidad, pueden debilitar la cimentación de un edificio público. Además, una supervisión no apropiada durante la construcción puede pasar por alto problemas críticos que afecten la estabilidad del edificio en el futuro.

• Terreno expansivo: 

Las estaciones del año hay que tenerlas en cuenta, ya que se pasa de los periodos lluviosos a los secos, padeciendo el fenómeno de la expansividad en aquellas zonas donde se localizan terrenos expansivos. 

• Lavado del terreno: 

Esto sucede al producirse fugas de agua, ya sean provenientes de colectores de saneamiento de agua, fecales y de lluvia. Una pequeña rotura o una mala conexión puede originar una filtración lenta, pero continua, que con el paso del tiempo puede producir un lavado del terreno y una pérdida de capacidad portante del terreno bajo la cimentación.

• Existencia de vibraciones: 

Si un edificio público se encuentra en un área con mucho tráfico, sobre todo, si circulan vehículos de grandes dimensiones como autobuses o camiones, puede que se origine el hundimiento del terreno. Asimismo, la presencia de maquinaria pesada e instalaciones industriales cercanas a la edificación también provocan este fenómeno.

• Actividad sísmica: 

La actividad sísmica, incluso en niveles moderados, puede tener un impacto significativo en la cimentación de un edificio público, llevando a la compactación desigual del suelo y a la redistribución de las tensiones en la cimentación. En terrenos compuestos por suelos sueltos o mal compactados, esto también puede provocar hundimientos diferenciales.

edificio público casos de éxito

Medidas a tomar para que no se produzca el hundimiento del terreno en un edificio público

Prevenir el hundimiento del terreno es posible si se llevan a cabo una serie de pautas y medidas preventivas:

• Realización de estudios geotécnicos adecuados: 

 Como hemos comentado, antes de la construcción, es esencial realizar estudios geotécnicos detallados para evaluar las características del suelo y diseñar una cimentación competente.

• Mejoras del terreno: 

 Compactar el suelo antes de la construcción para aumentar su densidad y capacidad de carga; utilizar técnicas para mejorar la estabilidad del suelo, como la inyección de resinas expansivas; e instalar pilotes que transfieran la carga del edificio a capas de suelo más profundas y resistentes, son otras medidas importantes que hay que realizar.

• Diseño de cimentación apropiado y refuerzo de cimientos:

 Emplear técnicas de diseño que consideren las condiciones específicas del suelo, como cimientos profundos (pilotes y micropilotes) en áreas con suelos inestables, puede ayudar a distribuir la carga del edificio de manera más eficiente. Asimismo, se pueden implementar zapatas y losas de cimentación reforzadas para distribuir mejor las cargas.

• Monitorización y mantenimiento continuo:

 La instalación de sistemas de monitoreo para detectar movimientos del suelo y la cimentación permite una intervención temprana. Además, el mantenimiento regular y las reparaciones oportunas prevén problemas mayores.

En definitiva, el hundimiento del terreno es un desafío significativo para la estabilidad y seguridad de los edificios públicos, que está estrechamente relacionado con los problemas de cimentación. Para que esto no suceda, es necesario implementar una serie de medidas antes de la construcción que minimizarán los riesgos asociados con el hundimiento del terreno en un edificio público y sus indeseadas reparaciones a futuro.

 

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