Edificio
Nave industrial situada en Utebo, Zaragoza.
Patología
Detección de una grieta vertical que separa el edificio de oficinas del de la nave y la zona de almacenaje, evidenciando un giro de hasta 4 cm en su parte más alta, que decrece a medida que se acerca a la cota de pavimento. Asimismo, se observó una grieta en arco de descarga en la zona de almacenaje, concretamente en el muro.
Aparte de esto, GeoNovatek recomendó revisar periódicamente las canalizaciones y arquetas, tanto de aguas pluviales como fecales, de cara a localizar y reparar fugas o aportes de agua que puedan modificar las características geomecánicas del terreno de apoyo de la cimentación.
Datos Técnicos
Cimentación
Tras practicar unas calicatas, se descubrió que las dimensiones de las zapatas aisladas eran las siguientes: 1,20 x 1,20 x 1,20 m. Se intuyó que eran de hormigón armado.
Terreno
Cabe destacar que la edificación se levantó sobre una antigua dolina. Por su parte, debido a la aparición de las grietas, el cliente realizó un Estudio Geotécnico un año antes de la intervención de GeoNovatek, que consta de dos sondeos mecánicos a rotación de 38,90 m y 39,60 m de profundidad, respectivamente.
Solución GeoNovatek, S.L.: Recalce de la cimentación de la nave industrial de Zaragoza
Para llevar a cabo el recalce de la cimentación del edificio se utilizaron 61 micropilotes de acero, debido a la capacidad portante de estos. Los micropilotes anulan los asientos y presentan también resistencia a la tracción, para evitar los movimientos ascendentes de hinchamiento de las arcillas expansivas. Con dicha técnica, el fin era lograr la transferencia de parte de la carga de la estructura hasta estratos de mayor resistencia y profundidad.
¿Cómo se realizó el recalce de cimentación de esta nave industrial?
Se trata de una intervención que comenzó con la realización de una serie de perforaciones de 64 mm de diámetro, que atraviesan verticalmente la zapata. Al alcanzar el terreno de apoyo de la cimentación, la perforación se interrumpe.
A continuación, en estas perforaciones se introdujeron los anteriormente citados micropilotes MP/60 por presión continua, evitando las excavaciones, empleando como contrapeso, la propia estructura, mediante punto de enganche para el pistón hidráulico con adecuados pernos de anclaje. Los elementos que configuran el micropilote, se introducen uno tras otro, uniéndolos entre sí con un manguito roscado macizo.
El pistón hidráulico va acompañado de un manómetro, con el que se puede leer la presión necesaria para el hincado de los micropilotes de acero en el terreno, permitiendo comprobar la capacidad de los micropilotes uno por uno.
Cuando el micropilote encuentra una formación que le permita resistir la fuerza de hincado previamente especificada (máximo 25.000 kg), el pistón se desengancha y el micropilote se ancla a la cimentación a través de un mortero especial de anclaje.
Cabe señalar que, teniendo en cuenta las reducidas dimensiones de los micropilotes, las perforaciones no debilitan la cimentación y no necesitan que se aumenten las dimensiones de esta para aumentar su rigidez estructural. Gracias a ello, no es necesario realizar excavaciones, por lo que se pueden utilizar máquinas de pequeñas dimensiones capaces de llegar a zonas de difícil acceso.