Ubicación:
Pravia, Avilés, Asturias
Patología:
Se hunde el lado sureste de la nave, con grietas de hasta 1 cm de abertura. La pavimentación se ha hundido respecto a la estructura.
Tipo de terreno:
Según el propietario, la zona afectada está apoyada sobre un relleno compactado, compuesto de tierras de excavación y zahorras, con un espesor estimado de 5 m máximo. La nave está situada a 60 m del río Nalón.
Tipo de cimentación:
Consiste en zapatas aisladas arriostradas de 70-100 cm de canto y medidas variables, comprendidas entre 1×1 m y 3,7×1,9 m en planta.
Solución de GeoNovatek S.L.:
La consolidación del terreno sobre el que se asienta el edificio, anteriormente descrito, prevé el uso de un sistema combinado que utiliza la capacidad consolidante de las resinas expansivas HDR300® junto con la capacidad portante de los micropilotes de hinca Grip de acero.
La ejecución del trabajo comienza con la realización de una serie de perforaciones de entre 18 y 26 mm de diámetro, que atraviesan la cimentación y penetran en el terreno. La distancia entre cada perforación puede variar entre 1 y 2 m, según las necesidades de la obra. Por cada una de dichas perforaciones, se introducen tubos por medio de los cuales se realiza la inyección de la resina expansiva HDR300® en el terreno bajo el plano de apoyo de la cimentación. Durante la fase de inyección la resina ultracompacta HDR300® se encuentra en estado líquido, lo que permite que penetre en el terreno empujada por la presión de las bombas. Posteriormente, y en pocos segundos, la reacción química produce una expansión de la resina haciendo aumentar su volumen entre 15 y 20 veces, rellenando los intersticios y comprimiendo y estabilizando el subsuelo. La operación produce una elevación de la estructura controlada mediante sensores láser, lo que indica que se ha producido el consolidado del terreno. Una vez que se ha producido la expansión de la resina ultracompacta HDR300®, ésta se solidifica y se forman aglomerados con diferentes ramificaciones, cuya característica principal es la alta resistencia a la compresión y al momento cortante.
Entre los puntos de inyección, se realizan una serie de perforaciones de 72 mm de diámetro, que atraviesan verticalmente la zapata o, en caso de que ésta no existiera, el muro de cimentación de forma ligeramente inclinada. La perforación se interrumpe en el momento en que se alcanza el terreno bajo la zona previamente tratada con la resina. En estas perforaciones se introducen los micropilotes MPR/60, constituidos por tubos corrugados de acero FE 510, con un espesor de 60 x 8 mm, que se introducen a presión sin ningún tipo de excavación, empleando como punto de enganche para el pistón hidráulico los adecuados pernos de fijado a la estructura. Estos elementos se introducen uno tras otro, uniéndolos entre sí a rosca cónica.
El pistón hidráulico está dotado de un manómetro, que permite leer la presión necesaria para el hincado de los micropilotes de acero en el terreno, gracias a lo cual queda comprobada la capacidad de los micropilotes uno por uno.
Cuando el micropilote encuentre una formación que le permita resistir la fuerza de hincado previamente especificada, que puede ir de un mínimo de 8.000 kg hasta un máximo de 12.000 kg, se desengancha el pistón y el micropilote MPR/60 se ancla por cementado a la cimentación.
Considerando las reducidas dimensiones de los micropilotes, las perforaciones no debilitan la cimentación y no necesitan que se aumenten las dimensiones de la misma para incrementar su rigidez estructural. Por este motivo no son necesarias excavaciones y se pueden emplear máquinas de pequeñas dimensiones que pueden llegar a zonas de difícil acceso.
